La
sociedad sin clases
Una
vez consolidado el nuevo Estado, el peso de éste
tenderá a disminuir hasta desaparecer,
pues al haber desaparecido las amenazas que pesaban sobre
él, el aparato coercitivo dejará de tener
sentido y cada individuo trabajará voluntariamente
en beneficio de la comunidad.
Las
relaciones de producción se habrán transformado
y los medios de producción no
estarán concentrados en manos de una minoría,
sino que serán colectivos. Por
lo tanto, ya no habrá ni opresores ni oprimidos,
tan sólo una clase social, la
trabajadora. En su seno regirá la solidaridad
y la armonía entre hombre y trabajo, éste
ya no será fuente de sufrimiento y alienación.
Se disiparán asimismo las diferencias entre agro
y ciudad, entre trabajo manual e intelectual. En suma,
se habrá alcanzado una suerte de paraíso
en la tierra, el de la sociedad comunista.
El revisionismo